En el Mundo
En el año 1859 el ginebrino Henry Dunant, en un viaje por Italia, llegó a Solferino cuando austriacos, franceses e italianos acababan de librar una batalla. Conmovido por el abandono de miles de heridos trató de prestarles asistencia y solicitó ayuda de la población. Más tarde en su impresionante relato “Recuerdos de Solferino” que rápidamente sería célebre, propuso que se fundase sociedades voluntarias de socorro, destinadas a apoyar a las sanidades militares de los ejércitos. Además Dunant recomendó que las actividades de esas sociedades fueran refrendadas por un Convenio Internacional.
En 1863 el gobierno Suizo, por pedido de Dunant y cuatro ginebrinos, convocó a una Conferencia Internacional dando como resultado: El Comité Internacional de la Cruz Roja, y en 1864 el convenio para aliviar la suerte de los militares heridos de los ejércitos en campaña, bajo el símbolo de la NEUTRALIDAD; LA CRUZ ROJA CON FONDO BLANCO.
En Colombia
La historia de la Cruz Roja Colombiana, no lejos de los inicios de la existencia del CICR y las Sociedades Nacionales, marcó su destino con el primer asomo de esperanza en medio de la batalla de Palonegro (Santander) llevada a cabo entre el 11 y el 25 de mayo de 1900, durante la Guerra de los Mil Días, cuando un puñado de médicos liderados por el Doctor Putnam y con unas improvisadas ambulancias en forma de carruaje de cuatro ruedas haladas por dos caballos cada una y en sus costados pintados dos cuadrados sobre fondo blanco y en cada uno una cruz roja con cinco cuadrados en señal de protección, abrazaron la misión de asistir a los cientos de heridos que quedaban a lo largo del campo de batalla, sin importar su afiliación política. Este hecho puesto años más tarde ante la asamblea de la Sociedad Médica reunida en la ciudad de Medellín en 1913, marcando el inicio de la tarea de fundar en Colombia la Cruz Roja.
Impulsada la idea por los Doctores Adriano Perdomo e Hipólito Machado nació oficialmente el 30 de julio de 1915 en el Teatro Colón de Bogotá, bajo el postulado de que “todos somos seres humanos” y la afirmación de que en nuestra patria también es necesaria la existencia de una organización dedicada a “prevenir y aliviar los horrores de la guerra”, formada a imagen y semejanza de la institución de ayuda más extensa del mundo, partícipe de los mismos principios de humanidad, neutralidad e imparcialidad, nutricios de la originada en Suiza.
Desde entonces hasta nuestros días el propósito de aliviar y prevenir el sufrimiento humano de quienes habitan en Colombia es la constante del servicio de la institución.
En Bolívar
La Cruz Roja Seccional Bolívar fue fundada en el año 1923 por el Dr. Roberto Cavelier, y se dispuso de un funcionamiento locativo en el año 1930 en el centro histórico de la ciudad de Cartagena de Indias.
A finales de la década del 50, se gestionó la obtención del lote en el barrio España de la ciudad de Cartagena, y mediante rifas y bazares se dio inicio a la construcción de la sede donde funciona actualmente la Cruz Roja Seccional Bolívar.
Con políticas institucionales innovadoras, a principios de los 60 se estimuló el desarrollo de la entidad, mejorando las instalaciones, ampliando la capacidad operativa y técnica, prestando los servicios de salud y asistencia humanitaria en el departamento de Bolívar.
En el año 1967 es fundado el Voluntariado de las Damas Grises y en el año de 1972 se integran jóvenes como Socorristas Voluntarios implementando servicios dominicales en las playas de Cartagena de Indias. Posteriormente en el año de 1984 se inaugura el Banco de sangre.
A partir de 1992 se amplían los servicios asistenciales a la comunidad, se sistematiza la seccional y se fortalece el Centro médico de la Cruz Roja Seccional Bolívar. El cumplimiento de la labor humanitaria en todo el departamento de Bolívar ha sido posible gracias a los programas que se vienen manejando con las tres agrupaciones voluntarias, siguiendo las líneas de acción de la Cruz Roja Colombiana. Así mismo, nuestra presencia en las diferentes calamidades de la zona, tanto de origen natural como las creadas por el hombre, nos ha permitido adquirir gran experiencia no sólo para la intervención ante estos desastres, sino también para llevar a cabo actividades de tipo preventivo hacia las comunidades vulnerables.